Una de las últimas tendencias en eyaculación femenina, el squirt. Se trata de la expulsión a chorro de líquido eyaculatorio durante las relaciones sexuales en grandes cantidades. Se trata de uno de los fetiches sexuales más reclamados en la actualidad. De hecho, se ha dado a conocer gracias a la industria pornográfica y es tanta la demanda actual de este fetiche sexual que miles de actrices porno se esfuerzan por mejorar sus técnicas eróticas y de eyaculación.
¿Es el squirt una eyaculación femenina en sí misma?
Mientras que algunas personas categorizan la eyaculación femenina en dos en la que en una clasificación estaría enmarcada el squirt o squirting otros expertos en el tema opinan que el squirt no es una eyaculación femenina en sí misma. Esto es, dado que el squirt puede incluir líquidos distintos a los que se expulsan mediante la eyaculación convencional.
Según los profesionales de la salud, la segregación producida por esta técnica erótica podría incluir además elementos como la orina entre otros escatológicos, por lo que no podría considerarse una respuesta eyaculatoria tal y como lo conocemos.
El squirt es el nuevo reto erótico femenino
No obstante es algo que suscita mucha polémica y es altamente demandado y anhelado por ambos sexos, por lo que muchas mujeres ya se han puesto manos a la obra para lograrlo.
Aun así, no todas consiguen este nuevo reto eyaculatorio que tanto está dando de qué hablar. La respuesta a esto está en las glándulas de Skene y su capacidad para generar esta eyaculación femenina a chorro, ya que ello dependerá del tamaño de estas glándulas que, evidentemente, es distinto en cada cuerpo.
No obstante y según los profesionales en sexualidad, esta técnica puede aprenderse y mejorarse a través de la práctica sistemática. Recomiendan en primer lugar que se practique en solitario realizándose masajes sensuales a una misma para llegar más fácilmente a un final feliz de forma más tranquila para luego aplicarlo a nuestras relaciones de pareja.